lunes, 21 de enero de 2013

luv

Me dijo que ya no le gustaba el disco de música gracias al que nos conocimos y entonces me di cuenta, él ya se había cansado de mis ojos y yo de la mentira en la que se había convertido su vida. Derramé el ultimo par de lágrimas que me quedaban por regalarle, me senté sobre sus piernas y fingí que no me pasaba nada por la mente en aquel momento, intuía que esa sería nuestra ultima tarde juntos y no quise estropearlo, puede decirse que aquella fue la ultima vez que le quise y que, además, era consciente de ello.
De alguna manera sentí que una parte de mi se moría, pero el sentimiento de nostalgia desapareció tan rápido como un atardecer en un día cualquiera de enero...

Y desde entonces siento que me he quitado un peso de encima.


No hay comentarios:

Publicar un comentario