domingo, 18 de noviembre de 2012

quemarropa

En medio del caos de aquel día, todo lo que podía oír era el tronar de los disparos y todo lo que podía oler era la violencia en el aire. Pero ahora, miro atrás y me asombro de que mis pensamientos fueran tan claros y sinceros. Aquellas dos palabras corrían por mi mente sin cesar, repitiéndose como un disco rallado. "Eres genial, eres genial, eres genial".
A veces, Clarence me pregunta qué habría hecho si él hubiera muerto,si aquella bala hubiera ido cinco centímetros más a la izquierda. Yo siempre sonrío, como si no fuera a satisfacerle con una respuesta, pero siempre lo hago. Le digo que hubiera querido morir, pero que la angustia y las ganas de morir habrían desaparecido como las estrellas al amanecer y que las cosas habrían sido muy parecidas a como son ahora. Sólo que quizá yo no hubiera llamado a nuestro hijo... Elvis. 






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